Tratándose de una de las mayores inversiones que las
personas suelen hacer en la vida, la compra de una vivienda es importante, por
ello hay que tener muy en cuenta estas recomendaciones:
- Define con claridad la ubicación, teniendo en cuenta los aspectos que sean más importantes para tu familia: ¿transporte público? ¿colegio de los niños? ¿trabajo? ¿familiares cerca? ¿servicios? ¿vecindario? La zona elegida deberá tener, por lo menos, los tres aspectos más importantes.
- Cuenta con la opinión de otras personas o las de los demás familiares que vivirán ahí, de forma que muchos ojos vean más que sólo los tuyos. Además traten de ver si las dimensiones son adecuadas para sus muebles o para el estilo de vida que atienen, para las actividades que realizan, etc.
- Si comprarás con un préstamos hipotecario, consulta en tu entidad financiera tu mejor posibilidad de endeudamiento y luego estudia si las cuotas calculadas se adaptan a tu presupuesto familiar. A eso debes añadir el monto de la cuota inicial o 20% que usualmente no está cubierto por el Banco. Hacer esto de forma anticipada, te permitirá ver sólo las propiedades que puedes pagar de forma realista y sin estresarte.
- Contar con el apoyo de un agente inmobiliario es vital pues él o ella podrá revisar más medios que tú, conoce las diferentes opciones y te podrá asesorar en la negociación con el posible vendedor. Además te ayudará informándote de los documentos que deberás tener al momento de la transacción y los pagos que te corresponde hacer. Los agentes inmobiliarios de Re/Max te brindarán no sólo asesoramiento sino la garantía de una transacción segura, mientras tú sigues con tu trabajo y tu vida.
- No decidas hasta haber visitado un mínimo de cinco
propiedades, aunque lo recomendable es no superar las diez. De hacerlo, al
final todo se volverá confuso y será muy difícil recordarlas todas. Puedes
ayudarte con el listado que hiciste al inicio, y así otorgarles puntajes en
cada visita. Podrás ir eliminando las que no te interesan y quedarte al final
con las tres que más te agraden. Luego podrás elegir la que tenga en mayor
cantidad aquellos aspectos que son prioritarios para ti y tu familia.
- Si la casa no está vacía, haz un esfuerzo por no fijarte en los muebles y las cosas que hay y enfocarte sólo en los ambientes, el tamaño de los espacios, la iluminación, la ventilación, los servicios y aspectos que no son fáciles de cambiar. El color de la pintura, las cortinas de baño o las lámparas de techo sí lo son.
Es muy importante tener presente que no existe la “casa
ideal”, pues siempre hay algunos aspectos que nos gustarían de otra manera. Lo
importante es que no sean los prioritarios, sino alguno secundario que puede
llegar a obviarse o mejorarse con el tiempo.
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